“Si yo muriera muy joven, oigan esto:
nunca fui sino una criatura que jugaba.
(…)
Fui feliz porque no pedí ninguna cosa,
ni procuré hallar nada,
(...)”
Fernando Pessoa
Ya no moriré joven,
lo sabe Pessoa,
las raíces están bajo la tierra
pero en el exterior no brotan flores
solo espinas.
No debía ser así
pero, así, de hecho, fue.
Para las flores es necesario el color,
y si no hay ni calor
nada bello puede nacer.
Ya no moriré joven
lo sabe Pessoa,
para ser joven hay que ser feliz
y para ser feliz, ignorante.
No quise ser nunca ignorante,
rechacé, sin saber bien lo que hacía, la felicidad,
después ya fue tarde.
Todo lo sabía.
Todo lo buscaba.
Yo, contradicción.
Preguntaba.
Todo lo quería.
Me perdía.
Todo se desvanecía.
Vanidad de vanidades.
Todo se desvanecía.

No hay comentarios:
Publicar un comentario