25/05/2024

Dana, la conquistadora (18/07/2022)

 Hola, me llamo Dana y me gustan los gatos.

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Sí, sí, los gatos. Esos animalitos tan monos e independientes. Es oír un maullido y me vuelvo loca. Tengo un amiguete en mi barrio que siempre está en su ventana y cuando paso nos saludamos.


Mi humana se cansa de mí y mis exigencias gatunas porque un trayecto de 20 minutos, como el que hay entre su casa y la de su hermana, se convierte en un largo calvario de paradas para ver gatitos. Y, a veces, la engaño, le aviso de que me hago pipí para que me saque a la calle y una vez en la calle, ¡a buscar gatitos! Pero es que son tan monos.


Creo que si me lanzo un día a conquistar el mundo, lo haré con un ejército de gatitos.
¿Os imagináis? Qué imagen más bonita.

Una tarde mi humana quedó con su hermana y con unos amigos en la Alameda, para tomar algo, sentados alrededor de una mesa.

Los humanos tienen extrañas costumbres.

Mi hermana Scully, una podenca más tonta que un zapato, y un bichón habanero llamado Mojito se tiraron al suelo pero yo me subí a la silla de mi humana.

- ¡Qué bien se ve todo desde aquí!

- ¡Baja de la silla, Dana! - me ordenó la hermana de mi humana.
-¿Por qué? Desde aquí tengo mejor vista de todo y puedo curiosear. Tú siempre dices a todo el mundo que para ser filósofa como tú hay que ser curiosa y yo quiero ser filósofa.
- Pero los perros no filosofan, Dana.
- Qué sabrás tú, humana -le digo, con la mirada cargada de desprecio y curiosidad a partes iguales-. No sabéis nada de nosotros. Vosotros, los humanos, sólo tenéis intuiciones y te recuerdo que una intuición no es una verdad.

- Tienes razón -admitió- tienes razón. Pero reconoce que ese no es tu sitio.
- ¿Y quién delimita cuál es mi sitio? ¿El suelo, junto a Mojito y a Scully, como el resto de los animales doblegados por vosotros? Si ellos no comprenden, no es mi problema. Yo pico más alto. Yo dominaré el mundo, con un ejército de gatitos, y lo haré sin que os percatéis de ello.
- Vaya... estás muy segura de eso. - susurró la terca humana.

- Sólo tú te has dado cuenta de mis intenciones... Mi humana, mi mamá humana, me deja hacer lo que quiero y me cuida... Así me voy haciendo fuerte.
- Pero yo puedo frustrar tus planes, Dana. Puedo mostrar al mundo la clase de mente malvada que eres y entonces...
- ¿Y entonces qué? ¿Cómo vas a mostrar al mundo nada? ¿Quién te iba a creer? ¿Quién cree en estos tiempos a los filósofos? -volví a mirarla con mezcla de curiosidad y desprecio (¡humanos!)- Dominaré todo... ya lo verás.

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Hola, me llamo Dana, me gustan los gatos y un día de estos, no muy lejano, conquistaré el mundo.



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